IDEAS Y REFLEXIONES SOBRE COACHING SISTÉMICO
Rosaria Simone.
En ocasiones el cliente está en su proceso de Coaching y se encuentra atascado en un punto que parece dificultar el avance. Cuando esto ocurre, es muy probable que haya otros factores que están influyendo en su búsqueda: estamos hablando de la interacción en y con el sistema del cual forma parte.
Una sesión de Coaching sistémico se puede realizar en grupo y también en versión individual. Los principios y criterios de trabajo son los mismos. En el caso del grupo, el trabajo tiene una mayor riqueza por la aportación de las personas que asumen el rol de representante.
Habrá que empezar aclarando algunos conceptos. Por ejemplo ¿Qué es un sistema? Se trata de un conjunto de relaciones interconectadas. Es decir, se mueve uno y se mueve el otro. Si lo miramos desde el punto de vista de la PNL, la perspectiva sistémica tiene que ver con lo que Robert Dilts llama la cuarta posición. La primera posición es mi propia percepción (yo), la segunda percepción es la percepción que tiene de mí la persona que interactúa conmigo, y la tercera es la posición de un observador neutral. Pero hay una posición más global que nos permite ver lo que está pasando desde un punto de vista más enriquecedor; cuando yo me distancio me puedo ver desde otra posición, formando parte del sistema, y también percibo el conjunto de interacciones y puedo reconocer las dinámicas que se producen dentro de ese sistema.
Cuando trabajamos desde el Coaching Sistémico remarcamos que es una posición más externa: necesito apartarme, detenerme y observar; es una observación fina. El valor principal es detenerse. El coaching es un espacio donde el cliente se detiene, reflexiona y el coach le ofrece preguntas. Cuando yo simplemente observo mi realidad y lo que me está pasando tengo mucha información.
Para explicar lo que ocurre solemos usar el hemisferio izquierdo, y para ello necesitamos muchas palabras. En cambio, nos podemos plantear cómo poner en una imagen lo que estamos viviendo. Así aprovechamos esa intuición y percepción espacial del hemisferio derecho. Esa imagen da mucha información. El coach deja que el cliente se detenga para poder mirar, observar, esta imagen y tener una percepción más amplia.
EL GRAN DESAFIO DEL COACH ES NO DAR UNA SOLUCIÓN, SINO SABER PREGUNTAR AL CLIENTE PARA QUE ÉL ACCEDA A ESTA NUEVA PERCEPCIÓN E INFORMACIÓN Y LA APROVECHE. ¿Cómo alcanzamos esto? Desde el rol de coach, ¿cómo me permito no saber? Cuando el cliente tiene una mirada nueva de lo que está pasando puede descubrir algo nuevo que no había percibido anteriormente y que le puede servir. El cliente viene con su historia y ya sabe lo que le pasa; pero puede surgir algo nuevo que le sea útil para su búsqueda.
Otro gran reto para el coach es estar siempre presente, sin la intención de ayudar, lo cual es difícil pero posible. Se trata de estar acompañando al cliente para que pueda mirar lo que hay, tal como es. En esto consiste la fenomenología, según señala Bert Hellinger, creador de las Constelaciones Familiares, que es uno de los modelos en los que se inspira el Coaching Sistémico.
(Extracto del libro: PNL&COACHING. Una visión integradora. Vicens Olivé Pibernat y un equipo de coaches profesionales).
Autora: Rosaria Simone.
Coach certificada y consultora de formación.
Coach Ontológico certificada por Newfield, Chile.
Coach Transformacional por Institut Gestalt y People Tech Solutions.
Coaching Sistémico y Constelaciones Organizacionales por ISKON Milán y IOCTI Holanda. Formación en el Programa Coaching.
Aprendizaje en Movimiento por Ticinco, Chile. Terapeuta Gestalt por Institut Gestalt de Barcelona.
Programa Integrativo SAT de Claudio Naranjo.
Practitioner, Master Practitioner y Trainer en PNL.
Coordina formación coaching sistémico y participa formación PNL-Coaching en el Institut Gestalt de Barcelona.
Directora del Centro Farfala Coaching Global, Barcelona.
